BRILLANTE COMIENZO PARA EL PROYECTO #COMIDAPARATODOS

comidas para todos

#comidaparatodos.

En la calle Julián Camarillo número diez ha nacido una iniciativa ilusionante que pretende combatir brutales realidades de la sociedad. Con una tasa de paro en preocupante ascenso, el barrio de San Blas-Canillejas adolece de la parsimoniosa actitud de los políticos. Los responsables que podrían aliviar su angustia ofrecen soluciones poco halagüeñas y sus habitantes necesitan algo más. Sobre todo, las treinta familias adscritas a la despensa solidaria de la Asociación de Vecinos. Sus rentas distan mucho de alcanzar cuotas aceptables para la sostenibilidad de un hogar. Sin la generosidad o el altruismo, estas familias no tendrían nada. El compromiso con el barrio, por tanto, aspira a ser vital. 

Utilizando el hashtag #comidaparatodos, el restaurante Casa Carmela encabeza la recuperación transformando menús saludables y variados en oportunidades. Los clientes que encarguen una comida pueden seleccionar un menú de tres euros para contribuir a las donaciones. Estos menús solidarios, que el usuario no consume pero financia, se preparan sin reparar en beneficios económicos: es el donante quien cubre los gastos, de manera que el destinatario final, quien más lo necesita, come gratis. Por supuesto, el coste para el restaurante supone un reto interesante y la responsabilidad adquirida es enorme, pero ambas son insignificantes ante el altísimo valor humano al que aspira el proyecto. La página web ofrece además la posibilidad de encargar comida a domicilio, cumpliendo las directrices recomendadas por el ejecutivo, y del pedido total se entregará un 10% al proyecto. Una tercera vía dispone los proveedores del local al usuario para ordenar sin intermediarios la adquisición de materias primas. En ese caso, el restaurante se compromete a entregar un 5% del montante final. De las tres, la iniciativa del menú solidario ha calado con mayor entusiasmo entre los ciudadanos superando las expectativas de su ideólogo, Jaime Rincón, y ya ha superado los mil doscientos euros en donaciones. “Atendemos a los necesitados como si fueran nuestros clientes”, dice Rincón.  En el distrito de San Blas-Canillejas, los recursos de los más desfavorecidos se sustentan por una cadena de alimentos auto gestionados repartidos desde los comercios del distrito. Su vida se basa en las donaciones. Juntos, restaurante y asociación, han encontrado la manera de dar de comer a aquellos que de otro modo no tendrían nada. Según Alba, directora de la plataforma de desempleados, los gobiernos se mantienen al margen de esta situación.  Los menús nacen en los fogones de Casa Carmela bajo la metódica atención de Marilia, desde primera hora de la mañana, y son empaquetados por Sandra, siempre dispuesta a entregar la primera sonrisa del día. Ellas personifican la ilusión y esperanzas de la plantilla de catorce miembros que Jaime mantiene en nómina. Cuentan con la ayuda de Alfonso y Estela, que todos los días, desde este lunes, cargan su coche particular con los paquetes rumbo a las calles de un vecindario que conocen muy bien. Son ocho años de necesaria intermediación. De momento, el resto de empleados se mantienen a la espera, porque si bien es cierto que el proyecto acaba de nacer, las fronteras se expanden a medida que los gestos altruistas se van sucediendo. Ya son más de cuatrocientos menús solidarios repartidos y se esperan muchos más.  Queda mucho trabajo por delante, así que les seguiremos informado. 

Autor: Arturo Delgado.

Plataforma vecinal San Blas Simanca
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